Algo sobre ansiedad y apuro.

Creo haberte mencionado ya que hace muchos años que escribo, aunque bastante menos que publico. Mi primer libro escrito hoy no está publicado, por ejemplo, y eso que es una novela muy bonita. Todavía me gusta leerla cada tanto. La realidad es que cuando me puse con ella, no tenía ni idea de escribir.

Porque te cuento que escribir no se trata solo de tipear lo que se te viene a la cabeza.

(Yo también pensé que sí, pero no)

Así y todo, al acabarla, quise ponerla a la venta en Amazon, y hasta lo hice con mi nombre verdadero (la quité al mes).

¡Qué vergüenza me da con las 2 personas que compraron aquel libro!

Cuando una persona de mi familia quiso leerla, y lo hizo, se me vino el mundo abajo ante sus comentarios posteriores.

Ahí descubrí que mi ansiedad y apuro me habían jugado una mala pasada.

Como te decía, no tenía idea de escribir, por eso, la novela es un desastre. Sí, tiene miles de errores (y me quedo corta), además, está escrita en español de Argentina, y con muchos modismos y palabras que pueden no entenderse al ser leídos por personas de otros países. Hoy se todo esto que te menciono. Me lo enseñó la práctica, y estudiar.

Escribir un libro pone a prueba tu paciencia.

No, perdón, me corrijo: Haber terminado de escribir un libro pone a prueba tu paciencia.

Una vez que tienes el manuscrito, debes leerlo completo para pulir errores de trama, de apariencias de los personajes o de las mismas personalidades (porque deben ser coherentes); agregar y quitar párrafos enteros, porque las ideas no fueron bien expresadas; etc. Como segundo paso, debes releerlo para corregir, esta vez, errores de ortografía, gramática, etc., y no, no puedes hacerlo todo junto porque en algo le vas a pifiar. Y no, tampoco puedes descansar en la idea de que pasándolo por una aplicación de esas tipo corrector, ya está perfecto. Tercer paso: lo ideal es dejar reposar esa novela por un mes como mínimo, o más. ¿No sabes las «cositas» que se pulen después de ese tiempo? Se lee con más objetividad y descubres, ufff, un montón de detalles para modificar y nuevos errores.

¿Crees que ya está listo y se publica?

¡NO!

Si tienes la posibilidad de contratar un corrector (persona), perfecto y si publicas con una editorial, genial. Ellos se encargarán de mucho del tedioso trabajo que sigue después de poner el punto y final. Si no…

En mi caso, después de todo el proceso mencionado, escucho la novela con un lector de libros y, adivina, descubro más errores. Sí, aunque no lo creas.

El ojo se vuelve perezoso y la mente lee adivinando cuando conoce la historia.

Ahora sí, ya está listo, todo lo listo que puedo dejarlo, porque perfecto, no lo creo. Tampoco se publica aún.

Lo ideal es contar con un par de lectoras cero o beta para que ellas descubran más errores, esos que se te escabullen con rebeldía.

Falta la maqueta también, que son las sangrías, los espacios, el tamaño de la letra y la ubicación de imágenes (si las uso), los saltos de página y la numeración de estas; agregar los agradecimientos, el índice, etc.

Sumas una buena portada (que no sé hacer, por eso contrato portadista) y entonces sí, se publica (después de unas horitas de trajinar con Amazon o la plataforma que use). Esto último, (maqueta, portada y trajín con la plataforma) por dos, porque el libro en digital es diferente al de papel.

Ahora que ya sabes lo que debo hacer para publicar un libro, ¿entiendes el título de esta entrada?

Mi primer libro no pasó por ninguno de estos pasos y, por eso, hoy está en un cajón, archivado, y yo viví la frustración en carne propia y hasta pensé en dejarlo todo, sin haber comenzado incluso mi camino como escritora.

No me quejo, me encanta lo que hago y aprender a hacerlo mejor es lo que más me interesa.

Adoro publicar libros, aunque más me gusta escribirlos, no obstante, publicarlos significa que llegará a un lector. No sabes lo emocionante y bonito que es recibir un comentario positivo, un halago, una felicitación o una crítica con buenas intenciones. ¡Vale la pena!

No importa el trabajo que tome o las miles de veces que deba leer la novela.

Valdrá la pena trabajar en un manuscrito para que llegue a un lector en las mejores condiciones de las que soy capaz.

De todo se aprende, ¿no lo crees?

Ya me despido por hoy… Aunque quiero aprovechar este momento para contarte que un grupo de Facebook organizó una lectura conjunta que comenzó el 20, hace muy poquito, y dura el mes completo (de 20 de marzo a 20 de abril). La idea es leer las tres Mujeres Fuertes: Sonya, Mónica y Luna, y al ritmo que quieras. Hay quienes leyeron uno o dos libros y van por los que les falta. No es obligatorio leer los tres. En fin… si te interesa, puede sumarte al grupo de Telegram (aquí) y leer (o pregúntame lo que quieras saber)

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