Estoy confundida.
Pensé que lo tenía claro, pero ya no estoy tan segura de ello.
Hace unos días, conversé con una bookgrammer de todo un poco y dijo algo que me puso a pensar. Dijo que publicar cada tres o cuatro meses era una locura, que ella creía que así nos pisábamos nuestros propios libros y no les dábamos tiempo a ser leídos, además de dar a pensar que con las prisas perdemos calidad. No necesariamente es cierta esta apreciación en mi caso, ya lo conté en Algo sobre ansiedad y apuro, aunque, claro, la gente no lo sabe.
Puede que tenga razón en lo que me dijo, estoy casi segura de eso, no obstante… Lee el resto que te explico.
El mundo de los escritores indies o autopublicados, supongo que el de los de editorial también tiene lo suyo, es vertiginoso. Si no publicas seguido, te pierden de vista. Somos tantísimos y los hay muy prolíficos. ¡Madre mía!, hay quienes publican una vez al mes y saben cómo hacerse oír y ponerse en la cima, impidiendo al resto hacerse un hueco. No los culpo, los felicito por lograrlo. A lo que voy es que, si no publicas a un ritmo frenético, tu nombre se pierde en el recuerdo y cuesta mucho remontar la visibilidad. Por supuesto, si eres del montón, como somos la mayoría. Sobresalen unos pocos, que lo sepas, somos muchísimos «peces en el mar».
Los lectores no dejan de leer mientras esperan tu novela, obviamente, y se olvidan de que una vez les encantó un libro de Ivonne Vivier, o no, que también están los lectores fieles que leen todo lo que publico. ¡Son un encanto! Y también están los que te descubren porque les gustó una portada o sinopsis, o por una recomendación, y los que ven una publicidad y curiosean, en fin… que me lío y pierdo el hilo de la conversación.
¿Entiendes mi disyuntiva?
Si publico poco, me olvidan y si lo hago seguido, aburro y no leen todo porque es mucho.
Qué dificil.
Esto que escribiré a continuación es un secreto, no se lo digas a nadie, tengo dos novelas y ¾ escritas. Me encantaría publicarlas, pero no quiero quemarlas (como dice mi amiga Roseline Moyle, léela que es genial) y publicarlas para que pasen desapercibidas entre el montón de novedades semanales, sí, ¡semanales!
¡No sé qué hacer!
Hasta el año pasado, tenía en claro que publicar tres novelas por año, sin presionarme para lograrlo, era lo ideal. Hoy no lo sé.
¿Me ayudas a decidirlo?
¿Octubre ’23 o Febrero ‘24 para mi próxima novela? (Imagíname con la carabera en la mano buscando la respuesta: «Octubre o febrero, esa es la cuestión»).
Ya ves que ser escritora no es solo tipear en un tecleado. Hay mucho trabajo detrás. Mucho más del que parece. Y te iré contando todo poco a poco.
Espero tu respuesta, no me abandones a mi suerte, porfis.
Ya sabes lo de mis redes, el canal de Telegram, que tengo más posts en el blog, que en Amazon están mis libros y bla, bla, bla, ¿cierto? Entonces, nada más por hoy.
¡Abrazo gigante!
Seguimos en contacto.